Con la reciente subida de los peajes de la AP-8 se ha producido, por fin, un movimiento ciudadano que pide la supresión del peaje de la autopista.
Como consecuencia de esta protesta ciudadana los partidos políticos comienzan a tomar postura en clave política, y como consecuencia de ello, en breve comenzaremos a ver posicionamientos de lo más variados, ya que cada partido situará su discurso en función de la relación que mantenga con el poder en Diputación y Juntas Generales.
Veremos de todo, desde la crítica directa del tipo, “ya están aquí los del gratis total” al, “si quieren gratis que usen la nacional”. También nos ofrecerán estudios de movilidad encargados ‘ad hoc’, intentarán descalificar al contrario con sesudos dictámenes jurídico-financieros, y hasta seguro que a alguien se le escapa alguna tontería de las que marcan época.
Pero todo lo que nos cuenten, nos sonará a cuento, y lo que realmente nos hace falta son cuentas, cuentas de las de verdad, que nos expliquen la razón por la que un trabajador que precisa de la autopista para sus desplazamientos a su centro de trabajo debe dedicar 1.000 euros al año al pago de los peajes.
Que nos expliquen por qué el peaje de la Variante Sur Metropolitana, en la que nos hemos gastado 900 millones de euros, sí, con el dinero de todos, es la mitad de caro que la AP-8, los fines de semana la mitad de la mitad, y en horario nocturno, gratuito.
Que nos expliquen por qué los tres kilómetros del tramo Iurreta-Gerediaga son gratuitos para unos usuarios, y para otros supone pagar 0.90€, y por qué los nueve kilómetros del tramo Gerediaga- Ermua cuestan 0.47€.
Que nos expliquen también el interés de mantener esa barrera económica entre el Gran Bilbao y el Duranguesado y Lea Artibai, que facilita que el ciudadano medio del área metropolitana de Bilbao conozca al dedillo Castro ó Laredo, y a duras penas sepa situar en el mapa Elorrio, Abadiño, Markina, Ondarroa, Lekeitio, o el parque natural de Urkiola.
Ya de paso que nos expliquen nuestros alcaldes y concejales qué les parece esa desconexión y la falta de flujo de personas y capitales, que siempre toman el rumbo de Cantabria, y esos otros capitales que vía peaje salen de los bolsillos de sus ciudadanos camino de Diputación sin pasar primero por las economías locales.
Estas y otras cuestiones se tienen que responder con cuentas, que no con cuentos, de esos ya tenemos demasiados. Y a ver si de una vez surge alguna propuesta que modifique sustancialmente el tema de los malditos peajes, porque a fuerza de ser sincero, les diré que a mí las cuentas no me salen. ¿Y a ustedes?
0 comentarios :
Publicar un comentario